COMENTARIOS DEL LIBRO" ATRAPA SUEÑOS "DEL NOVEL POETA CHINANDEGANO JUAN FRANCISCO DURAN.:
Siempre me alegra la presentación de un libro. Hoy, mi alegría es doble pues se trata de la presentación del libro de poemas de un joven, lo que asegura la continuidad de la poesía en Nicaragua por los nuevos relevos.
Me corresponde el privilegio de presentar el poemario “Dreamcatcher”, del poeta chinandegano Juan Francisco Durán Romero, cuyo título se puede traducir como atrapasueños o cazador de sueños. El atrapasueños es un adminículo elaborado a mano por los indios de la cultura Ojibwa de norteamérica cuya base es un aro fabricado con madera de sauce, con una red floja en su interior y decorado principalmente con plumas.
El atrapasueños filtra los sueños, dejando pasar las visiones positivas por el centro de la red hacia la persona que duerme. Los sueños no recordados bajan lentamente por las plumas. Las pesadillas quedan atrapadas en la malla y se desvanecen con el primer rayo de luz al amanecer.
Algo similar a este objeto mágico es lo que ha construido Juan Francisco con este poemario pero con una diferencia: filtra hacia el que sueña (el poeta que crea la obra y los lectores que la hacemos nuestra),tanto los sueños más deseados como las pesadillas más temibles, las luces y las sombras, las bendiciones y las maldiciones, lo sagrado y lo profano, es decir, todo aquello que constituye lo humano.
El libro tiene una extensión de 70 páginas y está dividido en cuatro partes. Lleva como subtítulo una expresión en latín: “Audite somnium meum quo d vidi”, (“Escucha el sueño que tuve”),donde se enfatiza nuevamente en el mundo de la creación poética a la que se identifica con sueño, ensoñación.
Sin embargo, ya lo adelantábamos, no se trata de entender el “sueño” como algo evanescente, alejado de la realidad, sino más bien la expresión sincera, como una especie de confesión del poeta, después de haberse metido de lleno en la vida y haber experimentado sus penas y alegrías, sus gozos y sus penas.
El poemario tiene tanto textos en prosa como en verso. Los poemas están escritos de forma libre, muy bien trabajados y las palabras cobran significados según la posición que ocupan: hay versos formados por una sola palabra, y esta palabra puede ir al inicio de una línea o al final de otra, ubicación que le da una grafía y un significado especial. En otras ocasiones utiliza el encabalgamiento.
La expresión a veces rompe con la lógica, es fragmentaria sin perder unidad. Utiliza onomatopeyas, grafías especiales. Los poemas a veces adoptan un tono coloquial, muy confianzudo y se expresan en primera persona. Los textos en prosa son difíciles de clasificar: descripciones, situaciones, anécdota, simulaciones o parodias de tipos textuales muy formales (el escolasticismo). Los textos en prosa aparecen en su mayoría en la primera parte del poemario. En la cuarta parte hay otro texto en prosa.
La primera parte lleva el subtítulo de “León en bicicleta”, aludiendo a un despacioso recorrido por las calles de dicha ciudad colonial y muy religiosa donde el poeta vivió por cierto tiempo. El epígrafe fue tomado de la primera parte del Quijote: “Hacerse poeta, que según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza”, y claramente alude a la pasión por la poesía. La mera mención del Quijote nos remite a la imaginación. El libro sería una muestra de esa enfermedad incurable que empieza a atacarlo. En este periodo leonés las preocupaciones existenciales y religiosas eran centrales para el novel poeta.
También vamos a hacer junto con el poeta un recorrido por la ciudad metropolitana. Los temas de esta primera parte tienen que ver con el amor frustrado o consumado (“Hagamos un trato”); la crítica a los que se creen dueños de la verdad y lo que hacen es robar las almas de los hombres (“Invectivas a los fariseos”); la búsqueda del Cristo “de los pies cansados”, identificado en su sufrimiento con el hombre o la mujer comunes: “con el aborto de Cecilia y la mentira de René” (“El Cristo y mis rosarios”); “La Boaqueña es un poema erótico en el que la voz poética se muestra en una situación incómoda: está a la espera de la mujer amada y el tiempo se le hace tan largo que se desespera y dice que no tiene intenciones de esperarla, pero es mentira y la espera y piensa en la gloria de estar con ella; “Tránsito le vemos” es un poema extraño, difícil, parece escrito por alguien en un estado alterado de la conciencia. Los textos en prosa aluden a la admiración o a la inquietud del poeta por algo o alguien (“Efebofilia”);a distintas situaciones ficticias o reales (“A mi prima”), donde el poeta vive una experiencia soñada o vivida con una prima; la venganza del poeta frente a los politiqueros(“Punto Alfa”), que nos recuerda “El rey burgués”, de Darío; el pequeño texto en prosa “Las buenas historias empiezan hoy; deja que tus sueños abran la puerta”, es una clave de interpretación donde nuevamente el poeta consciente o inconscientemente relaciona sueños e historias, obra poética y lector: parece que el poeta dejó por allí su cuaderno con sus poemas, y alguien los leyó y escribió la frase que da título a este breve texto; “Lecciones de Escolástica” constituye una reflexión filosófica a partir de algunas lecturas de Tomás de Aquino. En ella, a la manera escolástica, el poeta se pregunta por la belleza y la felicidad.
Primero presenta una serie de argumentaciones en las que se concluye en que no es el más bello y feliz de los hombres. Luego presenta unas contra argumentaciones en las que afirma sentirse el más bello y feliz.
La segunda parte del texto se titula “Granada a pie”. En este caso el poeta manifiesta su experiencia granadina. Desde el inicio se nos hace ver que el poeta busca inspiración en el cementerio frente a la tumba de Carlos Martínez Rivas, gran referente de la poesía nicaragüense, del cual al inicio, en una especie de epígrafe se alude al creador de “La insurrección solitaria”: “…y Carlos se refugia en su silencio”.
El escenario del cementerio prefigura un tono más sombrío de los temas de la primera parte. “Otra larga espera” expresa su admiración e identificación con Carlos Martínez Rivas “herido en la lucha por la sobrevivencia”. El poeta contempla el paisaje desolado de la vida y siente, y sufre y espera al igual que Carlos. Los “párrafos de tinta sangre”, expresión del dolor, paradójicamente serán su salvación.
En “Te dejo Granada”, el poeta se muestra indignado por aquello en lo que se ha convertido la Gran Sultana. La llama “Puta vieja, profanada por turistas”, pero purificada “en la voz de los poetas que te restauraron”, aludiendo a los festivales de poesía que año con año allí se montan, y seguramente a los poetas vanguardistas que con José Coronel Urtecho a la cabeza, escandalizaron con su poesía a la conservadora y burguesa ciudad. “Fotografía” es un poema en el que se reflexiona sobre el destructivo paso del tiempo.
Se contrasta el presente con un pasado que siempre fue mejor. Late en el fondo del poema una tristeza por aquellos de la fotografía, que ya no son más ellos y que en el presente ya están muertos o cerca de la muerte. El poeta se aferra a Dios, fuente de eternidad. “¿Qué celebraremos en este basurero?” Presenta unas imágenes desoladoras del mundo de hoy. El poeta no siente la vida y por eso, para sentirse vivo pide “un mordisco –que soy lo único que se come- para despertarme”.
Sin embargo en la desolación hay que seguir luchando: “encuentra tu huella…Construye algo nuevo, mira hacia el cielo…” Al final, en unos tremendos versos el poeta manifiesta su esperanza: “No sufras por los buitres que te acechan/sino hazlos tus amigos;/usa sus plumas para escribir nuevas historias…”.La poesía, la literatura, se presenta como salvación.
La tercera parte del poemario se titula “Carisma fundacional”. Aquí hallamos algunos poemas que fueron enviados a concursar a varias convocatorias. Tal vez de allí provenga el título. El primer poema de esta sección se titula “El monólogo de un árbol senil”. En esa transición de la juventud a la madurez, el poeta exagerando un poco, y seguro de sí, se compara a un árbol viejo, y como tal, se siente “fuerte ante el necio huracán”.
Con la conciencia de su firmeza ofrece “fruto precioso y lozano” –quizás refiriéndose a sus poemas- y sirve de testigo silencioso y de refugio a los jóvenes amantes que buscan su alero. “El problema de Hugo” nos lleva a una poesía anecdótica, anunciada ya en el título. El poema fue premiado en un concurso y ofrece una expresión coloquial, con algunos giros nicas y cierto humor negro. Describe a Hugo, un excéntrico personaje conocido del poeta, como alguien caracterizado por su frescura y a quien las deudas no le preocupan. Hugo es un desmadre.
En “Yo cago poemas”, el poeta se muestra irreverente. Lo visceral de su necesidad de expresión poética lo lleva a críticar a los escritores que se venden, afirmando: “Que no me vengan con sueños los que escriben por encargo./ A mí me salen poemas cuando yo quiero:/ sólo es cuestión de controlar el esfínter”. Con esto reafirma ante el mundo su actitud de poeta comprometido con la poesía y con la vida.
“Que se duerma Dios” muestra la influencia del gran poeta místico español San Juan de la Cruz y de La Biblia. El poeta se acerca a Dios y sabe que es amado por Él: “Dios, tus ojos saben que los veo/con un amor parejo, ¿cuál amo más?/Me miran con cariño infinito./Me conocen;/saben que los busco y me queman/con aquella mirada suave y persistente/que me desnuda y me viste de valor/ y pureza./No soy el que busca tu rostro,/es tu rostro el que me arrastra.” En “Rubén”, dedicado a Darío, el poeta aboga por “rescatar hoy tu memoria del fabulismo” y “celebrar tus defectos y acendrar tu humanismo”.
La cuarta parte lleva por título “Poemas cuánticos” y en ella el poeta busca salirse de la dimensionalidad histórica. Es la parte más extensa del poemario y muestra una poesía experimental y difícil. “Crítica testimonial” se basa en los estudios de la sagrada escritura, la exégesis bíblica, donde se comparan textos que se indican con distintas letras.
De allí la enumeración de los testimonios con las letras del alfabeto griego. Habría que preguntarse ¿qué relación tienen entre sí los testimonios que el poeta presenta? “Mala izquierda” es un poema muy breve (cinco versos) en el que el poeta critica a la izquierda traidora. “Pendejadas críticas” muestra la indignación del poeta contra los académicos que destruyen la poesía con sus análisis racionalistas.
El poeta se refiere a ellos como”cortos mercaderes/ miembros “de la lengua”: /me cotejan,/ me subrayan, /me citanizan.” ”Molokai onam certero” es un poema lleno de eufemismos sobre la masturbación. “Soluciones extremas en la Zona 10 o extremaunciones de la violencia”, es una protesta contra la violencia en Guatemala. Ante la violencia el poeta prefiere la muerte: “¡Oh muerte, ven por mí!,/ por si me daña /esa mano que entresaca /con su asco la vida /la sangre roja de mis entrañas.
”Entre los poemas de esta cuarta parte hay un texto en prosa titulado “Punto Omega”. Aquí se retoma al personaje Hugo, ya tocado como tema en el poema premiado “El problema de Hugo”. Después de que el poeta regresa de recibir el premio que ganó por dicho poema, Hugo se queja de que ni con esos doscientos dólares el poeta le ayuda a pagar sus deudas. Termina la cuarta parte y última del poemario con la “Litúrgica apoteósica del atrapasueños”.
Esta parte está estructurada a través de las diversas fases de la liturgia de la misa. Se alude también a expresiones religiosas de otras culturas. Hay una posible influencia de “El Cántico Cósmico”, de Ernesto Cardenal”. La división es la siguiente: “Introito”, “Kyrie, la carne, tantra, eleison”, “Palabra”, “Anámnesis”, “Epíclesis”, “Communio” e “Ite, dreamcatcher est”. Se compara la exaltación de la poesía con la celebración de la misa.
El “Introito” es la apertura de la celebración eucarística que se inicia con cantos. En el poema el poeta busca un lugar adecuado para enfrentarse a sí mismo: “Hacer silencio, sentarse en la escucha;/oír en lo profundo del alma chillona resquebrajarse…” El “Kyrie” es un acto penitencial donde se pide perdón por los pecados. Pero entre tantas concepciones de la religión, el poeta busca una luz para saber qué es el pecado: “busco al Indio Viejo,/al Gran Águila Calva,/a la luminosidad del ching-yuit, taberno”.
La “Palabra” consiste en las lecturas tomadas de la Biblia, donde Dios habla a su pueblo descubriendo el misterio de la redención y la salvación y ofreciendo alimento espiritual. En el poemario el poeta indaga en la historia y en la vida a pesar de que “nos duele la historia, nos duele la vida”.
En la Anámnesis el sacerdote recuerda la historia de Israel y se manifiesta la intención de celebrar la eucaristía, según la orden de Jesús, en memoria suya. En el poema se recuerda la evolución del hombre desde “aquel momento/ en que éramos uno con el agua/”, hasta el momento de empezar a participar la humanidad “de la angustia del tiempo”. En la “Epíclesis” se invoca al Espíritu Santo, ya que su presencia y acción se requieren para la vida del Cuerpo de Cristo.
En el poema el poeta pide al hombre mantenerse animado, atento, consciente: “NO, no aquí, no te despiertes./No temas encontrarte con tus propios ojos.” Ese mantenerse animado, con espíritu, lo lleva al encuentro de la verdad. Se necesita silencio para la interiorización: “Caer en silencio./He dicho caer en silencio./Contar esos segundos fatídicos con gracia,/con la mano firme dispuesta a procurarse/la propia voz”. La “Communio”, exalta el sentido de unidad entre todos los hombres y mujeres.
En el poema el poeta quiere darse a todos en la fusión de lo masculino y lo femenino:” tengo pechos, tengo vulva,/y si hombre, soy Príapo,/ tengo cien mil testículos que estallan de deseo”. El “Ite, dreamcatcher est” constituye la despedida , la conclusión de la celebración, de la misa. En el poema el poeta termina diciendo: “Hay que vaciar/el atrapasueños,/que hoy ha quedado denso”, y lo dice para seguir creando, para dar cabida como poeta, a los nuevos sueños.
Para finalizar sólo hay que decir que he pretendido dar una muestra de la poesía de Juan Francisco Durán, una poesía, que a como creo hemos podido vislumbrar, es una poesía difícil por los temas y formas que maneja, relacionados con sus experiencias vitales donde la religión ha sido fundamental en la concepción de su mundo. Esperamos que Juan Francisco nos siga iluminando con su poesía y con su prosa.
FUENTE:FORO DE CULTURA. / LIC:RENE DAVILA /02090011
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