MONSEÑOR PADILLA EL SACERDOCIO DEDICADO A CHINANDEGA.:
Lleno de nostalgia y sin un seguro social honroso, reposa monseñor Miguel Angel Padilla Gómez en la casa de sus hermanas en León. A los 86 años los problemas de salud lo obligaron retirarse de la Vicaría de Chinandega, donde sirvió durante treinta años.
El pasado 19 de marzo, el anciano sacerdote, originario de Chichigalpa, se despidió de su feligresía en la parroquia Santa Ana y tres meses después reconoce que el adiós a su iglesia y la nostalgia por sus labores de servicio han debilitado más su salud.
EN MAL ESTADO DE SALUD
Sin embargo, aún celebra misa los domingos en Catedral, junto a Monseñor Bosco Vivas. “Cada vez que puedo, pero no puedo predicar porque la voz ya no se me escucha y me canso”, explicó.
Esto es posible sólo gracias a su tenacidad y entrega al servicio pastoral, que por 30 años realizó y extraña continuar, ya que sufre del mal de Parkinson y de glaucoma.
Reveló que su corazón se ha ensanchado y que sufre de la presión. Y aunque el médico lo examinó hace algunos días, y encontró bien su ritmo cardíaco, “siento que en cualquier momento el corazón se me va a paralizar, que me voy a morir”, expresó.
EMOTIVA DESPEDIDA
Monseñor se despidió de su iglesia en Chinandega, oficiando una misa y el Cabildo Eclesiástico lo acompañó hasta su casa en León. Algunos sacerdotes y Monseñor Bosco Vivas le han visitado.
La nostalgia y el cariño que siente por su iglesia es recíproca. Grupos de feligreses chinandeganos llegan a saludarlo, cariño que lo hace sentir contento. “Siempre me he apegado a las parroquias y me pongo triste cuando me retiro de ellas”, señaló.
Se identifica y extraña tanto a su pueblo natal, que solicita ser enterrado en Chinandega, cuando muera. “Para que me acompañe el pueblo que me quiere, aquí soy un desconocido”, comentó
UNA VIDA MINISTERIAL
Pese a sus quebrantos compartió con mucha gentileza sus más preciados recuerdos: El día de su ingreso al Seminario en León, donde realizó sus estudios de secundaria y sacerdotales, bajo el rectorado de Monseñor José Apolonio Andara; sus doce años en la parroquia de El Viejo, donde cumplió sus Bodas de Plata Sacerdotales y sus 30 años de servicio en Chinandega.
“La vida sacerdotal de Monseñor Padilla Gómez inició el primero de Mayo de 1938, cuando fue ordenado en la Catedral de León por Monseñor Agustín Nicolás Tijerino y Loáisiga”, según sus hermanas Simona y Gladis, quienes lo cuidan y acompañan en su casa, del Barrio San Sebastián.
Durante su periplo pastoral de sesenta años por León y La Paz Centro, fue fundador de escuelas, director del Colegio Tridentino San Ramón, capellán del Colegio de La Asunción y del Hospital San Vicente. También fundó escuelitas parroquiales en Estelí, Somoto, El Viejo y Chinandega.
En la parroquia Santa Ana tenía el apoyo del Auxiliar de Vicaría, Pedro Xavier González Pineda, nombrado párroco de El Jicaral.
Después de su partida la Vicaría de Chinandega quedó a cargo de Monseñor Guillermo Berríos Delgadillo, quien por varios años fue párroco de San Nicolás de El Laborío, en León.
SEGURIDAD SOCIAL JUSTA ES NECESARIA
Para ver a su médico Ramiro Poveda, Monseñor debe viajar hasta Chinandega y aunque no le faltan los medicamentos, pasa por dificultades económicas para adquirirlos.
En ese sentido, el octogenario sacerdote recordó al padre Adrián Mora, quien murió en la miseria. “Un sobrino suyo lo andaba en un taxi y pedía limosna para su atención”, evocó con tristeza.
También recordó las charlas con el padre Teodoro King, quien le habló de los beneficios sociales que recibían los sacerdotes holandeses por parte del gobierno de Holanda, en concepto de jubilación, por el aporte de ellos mismos.
HOGAR SACERDOTAL
La Iglesia Católica está construyendo un Hogar Sacerdotal, en la zona de Lomas de Guadalupe, en Managua , con el fin de albergar a los sacerdotes que alcanzan la edad de retiro, sin embargo todavía no se ha finiquitado esta obra, que se ejecuta a través de la recaudación de fondos. Se estima que existen en el país unos cien sacerdotes ancianos. También la iglesia católica trabaja en un proyecto para garantizar un fondo social para la vejez y cada Miércoles de Ceniza en todas las misas celebradas en el país, se dedica la colecta para este fin.
SEGURO DE VEJEZ JUSTO
- La falta de un seguro de vejez justo para los sacerdotes es evidente en Monseñor Padilla, quien tiene muchas necesidades, en su mayoría solventadas por su familia.
- Monseñor Padilla Gómez es atendido gratuitamente por el médico internista Ramiro Poveda, sin embargo debe viajar hasta Chinandega para pasar consulta
- Debe aplicarse unas gotas oftalmológicas valoradas en casi 500 córdobas, y enfrenta dificultades para obtenerlas, según una de sus hermanas.
- En el mes de marzo recibió una ayuda económica de 200 dólares por parte de la Iglesia y desde entonces no ha obtenido más.
- El Obispo retirado reconoce que hay lentitud de la Conferencia Episcopal para pagar el Seguro Social y consideró que los sacerdotes deben tener una vejez más digna.
Lic:Rene Davila /021111
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