domingo, 30 de octubre de 2011
CALENDARIO DE FIESTAS PATRONALES DEPARTAMENTO DE CHINANDEGA.
Calendario de Cronogramas de Festividades en Chinandega.
1) El 5 de Enero Fiestas El Senor De Los Milagros en Municipio De Villanueva
2) El 5 de Febrero Fiestas De La Virgen De Candelaria en Chichigalpa
3) El 5 de Febrero Fiesta De La Virgen De Los Peligros en Posoltega
4) El 9 de Febrero Fiesta De San Caralampio (del 9-11 De Febrero) en Cinco Pino
5) El 9 de Marzo Fiesta De Virgen De Los Milagros en San Francisco Del Norte
6) El29 de Mayo Feria Gastronómica Del Mar en Corinto
7) El 1 de Mayo Fiestas Patronales De La Santa Cruz en Santo Tomás Del Norte
8) El 17 de Julio Fiesta De Santa Ana en Chinandega
9) El2 de Septiembre Aniversario De Chinandega en Chinandega
10) El 27 de Septiembre Aniversario De Haber Sido Elevada A Ciudad en Chichigalpa
Lic:Rene Davila /281011
sábado, 29 de octubre de 2011
LA DANZA DE LOS MANTUDOS O SAN PASCUAL BAILON DE CHINANDEGA.
Danzas Tradicionales del Pacífico de Nicaragua
Nombre de la Danza:
Los Mantudos.
Departamento:
Chinandega.
Municipio:
Chinandega.
Fecha de celebración:
17 y 18 de Mayo – Fiesta tradicional de San
Pascual Bailón.
Director / Portador / Practicantes:
Promesantes devotos de San Pascual Bailón.
Descripción:
Antecedentes:
La danza de Los Mantudos tiene más de 50
años de existir, como parte de la celebración
de las fiestas tradicionales de San Pascual
Bailón, en el municipio de Chinandega, los
días 17 y 18 de mayo en el barrio El Calvario,
teniendo la comunidad la responsabilidad de
organizar la danza y participar directamente
como promesantes durante la vela y procesión
de San Pascual Bailón.
Existen varias versiones de promesantes
quienes manifiestan: “Bailamos por promesa
al santo que nos consiguió un milagro”, otros
lo hacen por tradición, unos por alegrar
la fiesta y los tradicionales Mantudos que
también son promesantes, tomados de licor,
que bailan frente al santo sin una coreografía
definida. Al son de los chicheros y con jucos
van diciendo coplas alusivas a la imagen o
dirigidas a ciertas personas para ridiculizarlas.
Entre otras formas de pagar promesas están
las de llegar hasta la imagen de San Pascual
Bailón de rodillas. Otros le dicen una oración
y continúan bailándole. Entre los que danzan
no hay un término de edad. La danza de Los
Mantudos es ejecutada principalmente por
hombres que utilizan máscaras para cubrirse
el rostro y mantenerse de incógnitos durante
la procesión. Danzas Tradicionales del Pacífico de Nicaragua
18
Características:
Durante la vela del Santo, los promesantes
bailan al son de los chicheros, sin tener pasos
establecidos en la danza. Existe una variedad
de pasos según el sentimiento de cada uno
de los promesantes o bailarines, el más común
es un balanceadito en forma de vals.
En la estructura de la danza existen siete
personajes de diablos que le bailan al santo,
es la representación de las siete legiones de
demonios que “tentaban” al santo como
parte del origen de esta danza.
Los personajes de esta danza están referidos
al Diablo Mayor y los Diablillos (seis diablillos);
el resto de Mantudos no tiene límite como
participantes, los cuales son miembros de la
comunidad.
Vestuario:
La vestimenta de Los Mantudos en su mayoría
no se ajusta a un patrón establecido sino que
influye en los diseños el gusto personal de
cada uno de los promesantes, al nivel de sus
ingresos económicos para comprar o adquirir
las prendas que necesitan. La condición
económica del Diablo Mayor, Máscara
negra, Diablillos y Máscara roja, les permite
usar máscaras bien acabadas, el resto son
con máscaras de viejos y viejas con facciones
“feas”.
Vestuario:
Manto o capote que cuelga por la espalda
hasta más debajo de las rodillas de color vivo
y adornado con piedras brillantes. Sombrero
de palma con una parte del ala recogida
hacia arriba (parte frontal) con un espejo; flores
y cintas en la parte de atrás. El sombrero va
forrado con tela de colores vivos. Calcetines
principalmente de color rojo, zapatos negros
o sandalias que son utilizadas por lo caliente
del suelo y por las pisadas que son recibidas
durante la procesión. Portan un juco con que
se acompañan las coplas; este es de una
nambira o jícara forrada con un pellejo en la 19
Danzas Tradicionales del Pacífico de Nicaragua
parte abierta y una varilla acerada al centro
del pellejo, chischil o sonaja que acompaña
al juco al momento de su ejecución.
Música:
La música es de chicheros que ejecutan el
“Son de San Pascual” en compás de 4/4 y la
“La Cucharita Panda” a compás de ¾. Los
instrumentos de esta banda son el bombo, el
redoblante y los platillos, la percusión y otros
instrumentos de vientos como: La trompeta,
el saxofón, el trombón, el clarinete y la tuba.
Los jucos acompañan las coplas al son de los
chicheros.
“COPLAS”
Señor San Pascual
Te bailo en este son (bis)
Mañana vamos a la procesión
A que nos eches tu bendición (bis)
Señor San Pascual
Te bailo en esta mesa (bis)
Yo todos los años
Pago mi promesa (bis)
Señor San Pascual
Te vengo a decir (bis)
Que hasta que me muera
Dejo de salir (bis)
Elemento de identidad cultural:
Esta manifestación es el hecho cultural más
importante como expresión danzaría que
le da identidad a las fiestas tradicionales
de San Pascual Bailón en Chinandega,
y se ha conservado a través de distintas
generaciones, la cual no ha desaparecido
bajo su contexto de origen, como es en una
celebración religiosa muy propia de la ciudad,
y que la comunidad se identifica plenamente
como expresión danzaría tradicional. El uso
del juco, como instrumento musical, le da
mucha importancia a la manifestación en
el acompañamiento a la hora de cantar o
recitar las coplas y danzar.
martes, 25 de octubre de 2011
CHINANDEGA EN EL DESAROLLO DEL TIEMPO.
HISTORIA DE CHINANDEGA.
La voz Chinandega viene de la voz mangana del idioma Nahua ó Nahoa. Chinantecatl, que significa vecino de Chinantlan y ésta a su vez Chinan, cobertizo ó bajareque provisional de habitación y de la partícula indicativa de lugar Tlan. Chinandega quiere decir lugar de enremadas o habitaciónes provisionales.
El relato más antiguo que se conoce nos lo proporciona el cronista español Fray Antonio Vasquez de Espinoza, en su compendio y descripción de las Indias Occidentales. Refiriendo a su visita en el año 1613 relata lo siguiente: Antes de llegar al Pueblo de El Viejo está el Pueblo de Chinandega, compuesto de muchos indios, abundante maíz y de todas las frutas de la tierra, que parece un pedazo de paraíso.
En éste pueblo doctrinan y administran religiosos de San Francisco, los indios, estaán bien enseñados son buenos cristianos y afectos a las cosas del culto divino, tienen su iglesia curiosa y bién aderezada, muchos cantores con instrumentos para cantar la misa.
La importancia que alcanzó Chinandega y El Viejo en la época de la Colonia no éra de orden urbano sino por el número de pobladores, casas habitadas y especialmente por su riqueza agrícola, constituida por cereales, caña de azucar y haciendas de ganado y fincas de agricultura en abundante producción para las necesidades de sus vecinos y comercio con otros pueblos y regiones.
En 1751 Chinandega solamente tenía dos casas de teja y el resto de paja, pues aún el templo cuyas paredes eran de cal y piedra tenía techo de tablas y tejas.
El 15 de marzo de 1836 se le dá el título de Villa
En 1849 ya tenía una plaza y calles empredradas, circundante a la plaza casas de adobe y tejas.
El centro de Chinandega era la parte comercial y se hace con el Puerto de El Realejo.
El 2 de noviembre de 1859 se otorga el título de Ciudad a la Villa de nuestra Sra. Santa Ana de Chinandega.
La población de Chinandega comenzó como una feria. Sus habitantes descienden de las tribus Náhuatl que habitaron la zona antes de la llegada de los conquistadores españoles. Su nombre “Chinantecal”, en lengua nagrandana, significa “Lugar de Enramadas”. Desde su inicio como poblado, en 1796, la ciuda cabecera cuenta con calles urbanísticamente bie planificadas, gracias a la obra del ingeniero Antonio Rojas. Su trazado a cordel fue realizado por el entonces intendente de la Provincia, José Salvador
El desarrollo de la ciudad de Chinandega, como embrión urbano, se inicio con la Ley del 30 de marzo de 1835, que mandó establecer una Feria en esta población los días ocho de diciembre de cada año. Un año después, el 15 de marzo de 1836, durante el gobierno del doctor José Núñez, se le confirió el título de Villa. Tres años después, el 2 de septiembre de 1839, el gobierno de don Joaquín de Cosio, nativo de El Viejo, le otorgó el título de Ciudad.
En 1877 la ciudad de Chinandega tiene su mercado en la Plaza principal, ya hay dos escuelas de varones y una de niñas. En 1898 el 20 de abril, un violento temblor destruyó parte de la Ciudad causando pérdidas materiales y humanas e impidiendo su progreso.
En 1926 durante la guerra entre los Liberales y los Conservadores la Ciudad sufrió las consecuencias de un incendio reduciendo a escombros 130 casas, entre ellas sus mejores edificios.
La población de Chinandega comenzó como una feria. Sus habitantes descienden de las tribus Náhuatl que habitaron la zona antes de la llegada de los conquistadores españoles. Su nombre “Chinantecal”, en lengua nagrandana, significa “Lugar de Enramadas”. Desde su inicio como poblado, en 1796, la ciuda cabecera cuenta con calles urbanísticamente bie planificadas, gracias a la obra del ingeniero Antonio Rojas. Su trazado a cordel fue realizado por el entonces intendente de la Provincia, José Salvador
En 1927 es bautizada por la nación entera como la Ciudad Martir.Hoy es uno de los municipios más importantes del Occidente de Nicaragua, tanto por su historia como por su desarrollo económico.
Sin embargo, el momento de mayor importancia política de esta ciudad ocurrió cuando la Confederación Centroamericana o “República Mayor de Centroamérica”, que integraban los Estados de Nicaragua, El Salvador y Honduras, por medio de decreto del 17 de julio de 1824, designó a la ciudad de Chinandega como capital de la Confederación.
Ante esta realidad, los extensos plantíos donde antes blanqueaba el algodón, poco a poco fueron sustituidos por nuevos cultivos de soya, sorgo, frijol, maní, ajonjolí, arroz, caña de azúcar y hortalizas. Otra fuente importante de trabajo son las diversas empresas y fábricas de productos agroindustriales instaladas en las afueras de la ciudad.
Actualmente, la ciudad de Chinandega es una gran urbe con una intensa actividad comercial e industrial, ya que cuenta con un significativo mercado local. Además, tiene tiendas, supermercados, bancos, hoteles, restaurantes, discotecas, parques, tour operadoras, televisión por cable, internet, pizzerías, rosticerías, telefonía celular y otros recursos modernos.
LIC:RENE DAVILA / 231011
El relato más antiguo que se conoce nos lo proporciona el cronista español Fray Antonio Vasquez de Espinoza, en su compendio y descripción de las Indias Occidentales. Refiriendo a su visita en el año 1613 relata lo siguiente: Antes de llegar al Pueblo de El Viejo está el Pueblo de Chinandega, compuesto de muchos indios, abundante maíz y de todas las frutas de la tierra, que parece un pedazo de paraíso.
En éste pueblo doctrinan y administran religiosos de San Francisco, los indios, estaán bien enseñados son buenos cristianos y afectos a las cosas del culto divino, tienen su iglesia curiosa y bién aderezada, muchos cantores con instrumentos para cantar la misa.
La importancia que alcanzó Chinandega y El Viejo en la época de la Colonia no éra de orden urbano sino por el número de pobladores, casas habitadas y especialmente por su riqueza agrícola, constituida por cereales, caña de azucar y haciendas de ganado y fincas de agricultura en abundante producción para las necesidades de sus vecinos y comercio con otros pueblos y regiones.
En 1751 Chinandega solamente tenía dos casas de teja y el resto de paja, pues aún el templo cuyas paredes eran de cal y piedra tenía techo de tablas y tejas.
El 15 de marzo de 1836 se le dá el título de Villa
En 1849 ya tenía una plaza y calles empredradas, circundante a la plaza casas de adobe y tejas.
El centro de Chinandega era la parte comercial y se hace con el Puerto de El Realejo.
El 2 de noviembre de 1859 se otorga el título de Ciudad a la Villa de nuestra Sra. Santa Ana de Chinandega.
La población de Chinandega comenzó como una feria. Sus habitantes descienden de las tribus Náhuatl que habitaron la zona antes de la llegada de los conquistadores españoles. Su nombre “Chinantecal”, en lengua nagrandana, significa “Lugar de Enramadas”. Desde su inicio como poblado, en 1796, la ciuda cabecera cuenta con calles urbanísticamente bie planificadas, gracias a la obra del ingeniero Antonio Rojas. Su trazado a cordel fue realizado por el entonces intendente de la Provincia, José Salvador
El desarrollo de la ciudad de Chinandega, como embrión urbano, se inicio con la Ley del 30 de marzo de 1835, que mandó establecer una Feria en esta población los días ocho de diciembre de cada año. Un año después, el 15 de marzo de 1836, durante el gobierno del doctor José Núñez, se le confirió el título de Villa. Tres años después, el 2 de septiembre de 1839, el gobierno de don Joaquín de Cosio, nativo de El Viejo, le otorgó el título de Ciudad.
En 1877 la ciudad de Chinandega tiene su mercado en la Plaza principal, ya hay dos escuelas de varones y una de niñas. En 1898 el 20 de abril, un violento temblor destruyó parte de la Ciudad causando pérdidas materiales y humanas e impidiendo su progreso.
En 1926 durante la guerra entre los Liberales y los Conservadores la Ciudad sufrió las consecuencias de un incendio reduciendo a escombros 130 casas, entre ellas sus mejores edificios.
La población de Chinandega comenzó como una feria. Sus habitantes descienden de las tribus Náhuatl que habitaron la zona antes de la llegada de los conquistadores españoles. Su nombre “Chinantecal”, en lengua nagrandana, significa “Lugar de Enramadas”. Desde su inicio como poblado, en 1796, la ciuda cabecera cuenta con calles urbanísticamente bie planificadas, gracias a la obra del ingeniero Antonio Rojas. Su trazado a cordel fue realizado por el entonces intendente de la Provincia, José Salvador
En 1927 es bautizada por la nación entera como la Ciudad Martir.Hoy es uno de los municipios más importantes del Occidente de Nicaragua, tanto por su historia como por su desarrollo económico.
Sin embargo, el momento de mayor importancia política de esta ciudad ocurrió cuando la Confederación Centroamericana o “República Mayor de Centroamérica”, que integraban los Estados de Nicaragua, El Salvador y Honduras, por medio de decreto del 17 de julio de 1824, designó a la ciudad de Chinandega como capital de la Confederación.
Ante esta realidad, los extensos plantíos donde antes blanqueaba el algodón, poco a poco fueron sustituidos por nuevos cultivos de soya, sorgo, frijol, maní, ajonjolí, arroz, caña de azúcar y hortalizas. Otra fuente importante de trabajo son las diversas empresas y fábricas de productos agroindustriales instaladas en las afueras de la ciudad.
Actualmente, la ciudad de Chinandega es una gran urbe con una intensa actividad comercial e industrial, ya que cuenta con un significativo mercado local. Además, tiene tiendas, supermercados, bancos, hoteles, restaurantes, discotecas, parques, tour operadoras, televisión por cable, internet, pizzerías, rosticerías, telefonía celular y otros recursos modernos.
LIC:RENE DAVILA / 231011
viernes, 14 de octubre de 2011
JOAQUIN ZAVALA URTECHO CHINANDEGANO CREADOR DE "LA REVISTA CONSERVADORA".
JOAQUIN ZAVALA URTECHO CHINANDEGANO CREADOR DE "LA REVISTA CONSERVADORA".:
Cuando Joaquín Zavala Urtecho regresó a vivir a Nicaragua, escogió como trabajo el cultivo de la tierra en una finca pequeña en las afueras de Chinandega. Ahí se dedicó al algodón, como tantos otros de su tiempo, pero también y además, se dedicó ¡al buen gusto! Sin embargo, aunque estaba satisfecho, quería más, quería ser más y hacer más, porque se sentía capaz de trabajar en otros cultivos: fue así cómo fundó y dirigió esta revista para cultivar con ella la cultura de sus conciudadanos, para ayudarles a sembrar el futuro conservando las raíces.
Una revista así, con el velamen con el que él la concibió, sólo podía ser obra de los recursos humanos y financieros de una institución gubernamental o privada, pero él la hizo él. Sus recursos humanos fueron los amigos y conciudadanos capaces de este otro cultivo, amigos y conciudadanos que él supo descubrir. Sus recursos financieros fueron los de un pequeño negocio imaginado para cubrir los gastos de esta revista a la que llamaba su “hija gastona”.
Así nació la Revista Conservadora en agosto del año 1960. Fue el año en que John F. Kennedy anunció su candidatura y ganó la presidencia. Fue un año preñado de tantas ilusiones independentistas que Benín, Burkina Faso, Camerún, Chad, Chipre, Costa de Marfil, Gabón, Madagascar, Mali, Mauritania, Nigeria, República del Congo, República Centro Africana, Senegal, Somalia, Togo y Zambia dejaron de ser colonias. También fue un año de ilusiones integradoras: en París nace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD); Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela forman la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEC); Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua anuncian la formación del Mercado Común Centroamericano (MCCA). También año de hazañas geográficas: Augusto y Jacques Piccard, padre e hijo, descienden 11.034 metros a bordo del batiscafo Trieste en la Fosa de las Marianas, el nivel más bajo de la tierra; el submarino nuclear USS Triton da la primera vuela bajo agua al planeta; el navegante inglés, Francis Chichester, durante 40 días atraviesa solo el Atlántico en su yate Gypsy Moth II; el submarino nuclear USS Seadragon emerge a la superficie del Polo Norte y su tripulación juega softball sobre el hielo. También año de hazañas sociales: en Greensboro, Carolina del Norte, cuatro estudiantes negros se sientan en un comedor segregado, les permitieron quedarse sentados pero no les sirvieron comida, su ejemplo multiplicó protestas similares en los estados del sur, seis meses después, el comedor segregado sirvió el almuerzo a los cuatro estudiantes; el cantón de Ginebra, en Suiza. reconoce el derecho de las mujeres a votar; la Corte Suprema de los Estados Unidos declara ilegal la segregación en el transporte público. Es también el año en que Theodore Harold Maiman produce el primer rayo laser, el año en que comienzan Los Beatles y Harper Lee publica su novela To Kill a Mockingbird. En Nicaragua, León Pallais Godoy, S. I. anda soñando con una universidad privada dirigida por la Compañía de Jesús, sueño que será realidad pocos meses después con el nombre de Universidad Centroamericana.
En 1964 seguían los vientos integradores. La joven Universidad Centroamericana siente orgullo de su nombre, el abanderado empresarial salvadoreño Francisco De Sola guía hacia el establecimiento de una escuela de empresarios en Centroamérica que llegará a llamarse INCAE. Joaquín Zavala Urtecho mira a Centroamérica y quiere que su revista sirva a Centroamérica: en julio de ese año, con el número 46, su revista comenzó a llamarse Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano.
Para Joaquín Zavala debió haber sido “natural” pensar en Centroamérica porque desde niño había estudiado en el colegio de los jesuitas, en Granada, el Colegio Centroamérica; también debió ser “natural” para León Pallais Godoy, S. I. llamar centroamericana a su universidad, porque él también había estudiado, de niño y joven, en el Colegio Centroamérica de Granada. También Enrique Bolaños Geyer estudió en el Colegio Centroamérica de Granada, él y sus hermanos; ahora, como ex-presidente de Nicaragua, en gesto de suprema transparencia, está poniendo su biblioteca presidencial en internet; ¡la está abriendo al mundo!; como “compañía” de su biblioteca, está poniendo las obras nicaragüenses que él considera han sido contribuciones al mundo; doble gesto que hace patente que para él también es “natural” pensar en lo universal. Yo también estudié en ese colegio y aprendí el sentido universal del hombre. Hace muchos años, en versos escritos en Granada, en Jalteva —“de noche sin luz”— un poeta “español y nicaragüense”, Angel Martínez Baigorri, nos dijo:
“Cuando hacia el lago mirabas,
Soñando en el mar cercano,
Te daba el sol en la cara”
Con el nombre Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano llegó esta publicación a su número 134 de noviembre de 1971, último publicado en vida de su fundador. En el número siguiente, a cargo yo ya de la revista, escribí en la nota editorial: “Don Joaquín Zavala Urtecho entregó a los hombres —y en los hombres a Dios— un esfuerzo con mucho de volcánico que levantó en nuestro horizonte cultural una gran biblioteca de lo nicaragüense y lo centroamericano. Cualquiera que pretenda estudiar lo que fuimos y somos, no puede ya prescindir de esa enciclopedia entregada en mensualidades”.
La revista siguió 23 años más. Las hice trimestral y le simplifiqué el nombre, Revista del Pensamiento Centroamericano. Durante el primer gobierno sandinista fue muy difícil imprimirla por la escasez de papel, de tinta y de cuanto hace falta para imprimir cualquier cosa; difícil, pero el gobierno no me impedía hacerlo; en cambio, me impedía distribuirla atemorizando a los que se atrevían a difundirla o venderla, exceptuando al Ejército Popular Sandinista y al Ministerio de Cultura quienes me compraban colecciones enteras para obsequiarlas a visitantes importantes como muestra de la calidad intelectual alcanzada por la revolución. Sin embargo, a finales de 1985, los gobernantes decidieron exigir que la revista fuese sometida a censura. Puesto que una revista de pensamiento no puede ser censurada sin dejar de ser pensamiento, comencé a imprimirla en Costa Rica como publicación de la casa editorial Libro Libre. Lo que pretendí por años con la revista en Nicaragua era exactamente igual a lo que pretendía con los libros de Libro Libre en Costa Rica: ayudar a que los hombres conviviesen como hombres y no como bestias.
Al terminar esta presentación de lo que fue la revista que comenzó llamándose Revista Conservadora, doy la bienvenida a otra revista de pensamiento, no física sino digital: Temas Nicaragüenses. Ya es una revista muy importante. Su fundador y director, conciudadano y amigo, José Mejía Lacayo, quiere continuar la obra que comenzó Joaquín Zavala Urtecho. También él estudió en el Colegio Centroamérica de los jesuita en Granada. También a él le “daba el sol en la cara”.
Xavier Zavala Cuadra/ RECOPILACION: LIC.RENE DAVILA
Cuando Joaquín Zavala Urtecho regresó a vivir a Nicaragua, escogió como trabajo el cultivo de la tierra en una finca pequeña en las afueras de Chinandega. Ahí se dedicó al algodón, como tantos otros de su tiempo, pero también y además, se dedicó ¡al buen gusto! Sin embargo, aunque estaba satisfecho, quería más, quería ser más y hacer más, porque se sentía capaz de trabajar en otros cultivos: fue así cómo fundó y dirigió esta revista para cultivar con ella la cultura de sus conciudadanos, para ayudarles a sembrar el futuro conservando las raíces.
Una revista así, con el velamen con el que él la concibió, sólo podía ser obra de los recursos humanos y financieros de una institución gubernamental o privada, pero él la hizo él. Sus recursos humanos fueron los amigos y conciudadanos capaces de este otro cultivo, amigos y conciudadanos que él supo descubrir. Sus recursos financieros fueron los de un pequeño negocio imaginado para cubrir los gastos de esta revista a la que llamaba su “hija gastona”.
Así nació la Revista Conservadora en agosto del año 1960. Fue el año en que John F. Kennedy anunció su candidatura y ganó la presidencia. Fue un año preñado de tantas ilusiones independentistas que Benín, Burkina Faso, Camerún, Chad, Chipre, Costa de Marfil, Gabón, Madagascar, Mali, Mauritania, Nigeria, República del Congo, República Centro Africana, Senegal, Somalia, Togo y Zambia dejaron de ser colonias. También fue un año de ilusiones integradoras: en París nace la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD); Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela forman la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEC); Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua anuncian la formación del Mercado Común Centroamericano (MCCA). También año de hazañas geográficas: Augusto y Jacques Piccard, padre e hijo, descienden 11.034 metros a bordo del batiscafo Trieste en la Fosa de las Marianas, el nivel más bajo de la tierra; el submarino nuclear USS Triton da la primera vuela bajo agua al planeta; el navegante inglés, Francis Chichester, durante 40 días atraviesa solo el Atlántico en su yate Gypsy Moth II; el submarino nuclear USS Seadragon emerge a la superficie del Polo Norte y su tripulación juega softball sobre el hielo. También año de hazañas sociales: en Greensboro, Carolina del Norte, cuatro estudiantes negros se sientan en un comedor segregado, les permitieron quedarse sentados pero no les sirvieron comida, su ejemplo multiplicó protestas similares en los estados del sur, seis meses después, el comedor segregado sirvió el almuerzo a los cuatro estudiantes; el cantón de Ginebra, en Suiza. reconoce el derecho de las mujeres a votar; la Corte Suprema de los Estados Unidos declara ilegal la segregación en el transporte público. Es también el año en que Theodore Harold Maiman produce el primer rayo laser, el año en que comienzan Los Beatles y Harper Lee publica su novela To Kill a Mockingbird. En Nicaragua, León Pallais Godoy, S. I. anda soñando con una universidad privada dirigida por la Compañía de Jesús, sueño que será realidad pocos meses después con el nombre de Universidad Centroamericana.
En 1964 seguían los vientos integradores. La joven Universidad Centroamericana siente orgullo de su nombre, el abanderado empresarial salvadoreño Francisco De Sola guía hacia el establecimiento de una escuela de empresarios en Centroamérica que llegará a llamarse INCAE. Joaquín Zavala Urtecho mira a Centroamérica y quiere que su revista sirva a Centroamérica: en julio de ese año, con el número 46, su revista comenzó a llamarse Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano.
Para Joaquín Zavala debió haber sido “natural” pensar en Centroamérica porque desde niño había estudiado en el colegio de los jesuitas, en Granada, el Colegio Centroamérica; también debió ser “natural” para León Pallais Godoy, S. I. llamar centroamericana a su universidad, porque él también había estudiado, de niño y joven, en el Colegio Centroamérica de Granada. También Enrique Bolaños Geyer estudió en el Colegio Centroamérica de Granada, él y sus hermanos; ahora, como ex-presidente de Nicaragua, en gesto de suprema transparencia, está poniendo su biblioteca presidencial en internet; ¡la está abriendo al mundo!; como “compañía” de su biblioteca, está poniendo las obras nicaragüenses que él considera han sido contribuciones al mundo; doble gesto que hace patente que para él también es “natural” pensar en lo universal. Yo también estudié en ese colegio y aprendí el sentido universal del hombre. Hace muchos años, en versos escritos en Granada, en Jalteva —“de noche sin luz”— un poeta “español y nicaragüense”, Angel Martínez Baigorri, nos dijo:
“Cuando hacia el lago mirabas,
Soñando en el mar cercano,
Te daba el sol en la cara”
Con el nombre Revista Conservadora del Pensamiento Centroamericano llegó esta publicación a su número 134 de noviembre de 1971, último publicado en vida de su fundador. En el número siguiente, a cargo yo ya de la revista, escribí en la nota editorial: “Don Joaquín Zavala Urtecho entregó a los hombres —y en los hombres a Dios— un esfuerzo con mucho de volcánico que levantó en nuestro horizonte cultural una gran biblioteca de lo nicaragüense y lo centroamericano. Cualquiera que pretenda estudiar lo que fuimos y somos, no puede ya prescindir de esa enciclopedia entregada en mensualidades”.
La revista siguió 23 años más. Las hice trimestral y le simplifiqué el nombre, Revista del Pensamiento Centroamericano. Durante el primer gobierno sandinista fue muy difícil imprimirla por la escasez de papel, de tinta y de cuanto hace falta para imprimir cualquier cosa; difícil, pero el gobierno no me impedía hacerlo; en cambio, me impedía distribuirla atemorizando a los que se atrevían a difundirla o venderla, exceptuando al Ejército Popular Sandinista y al Ministerio de Cultura quienes me compraban colecciones enteras para obsequiarlas a visitantes importantes como muestra de la calidad intelectual alcanzada por la revolución. Sin embargo, a finales de 1985, los gobernantes decidieron exigir que la revista fuese sometida a censura. Puesto que una revista de pensamiento no puede ser censurada sin dejar de ser pensamiento, comencé a imprimirla en Costa Rica como publicación de la casa editorial Libro Libre. Lo que pretendí por años con la revista en Nicaragua era exactamente igual a lo que pretendía con los libros de Libro Libre en Costa Rica: ayudar a que los hombres conviviesen como hombres y no como bestias.
Al terminar esta presentación de lo que fue la revista que comenzó llamándose Revista Conservadora, doy la bienvenida a otra revista de pensamiento, no física sino digital: Temas Nicaragüenses. Ya es una revista muy importante. Su fundador y director, conciudadano y amigo, José Mejía Lacayo, quiere continuar la obra que comenzó Joaquín Zavala Urtecho. También él estudió en el Colegio Centroamérica de los jesuita en Granada. También a él le “daba el sol en la cara”.
Xavier Zavala Cuadra/ RECOPILACION: LIC.RENE DAVILA
lunes, 10 de octubre de 2011
DESCRIPCIÓN DE CHINANDEGA DEL SIGLO PASADO POR EL VIAJERO NORTEAMERICANO "EPRAIM SQUIER".
En León nuestro grupo se dividió; un de s t a c amento tomó la
dirección del mont añoso distrito de Segovia, mi ent r a s que la
división principal, de la que yo mismo formaba parte, nos dirigimos al gran Golfo de Fonseca, para cruzar desde allí el continente
rumbo al nor t e a través del Estado de Honduras, magnífico aunque casi del todo desconocido. Enrumbamos pr ime ro hacia el
i gr an pueblo de Chinandega, a ocho leguas de León, sobre el
camino que conduce al bi en conocido pue r to de El Realejo.
El pueblo de Chinandega cubre un área rnuy extensa, está trazado
de mane r a uniforme en "cuadras;' que a su vez se subdividen en
algo que bien podríamos llamar jardines; cada uno de los cuales
alberga una vivienda de algún tipo, cons t ruida por lo general de
c aña s y con techo de palma, aunque t ambi én suelen s e r de adobe, diestramente techadas con tejas. El centro o zona comercial
del pueblo, en la vecindad de la gran plaza, es compacto y t an
bi en edificado como cualquier pa r t e de León o Granada. Hace
veinte años, empero, apenas había en la ciudad una sola casa de
tejas. En general, Chinandega tiene un aire frugal y empr endedor
que no se observa en otras pa r t e s de Nicaragua.
El Realejo dista una s dos leguas de Chinandega, pero los
comerciantes que mane j an los negocios del pue r to residen
sobre todo en Chinandega. Es un pueblo pequeño, ubicado en la
ribera de un estero salobre, a una s buena s cua t ro millas del
pue r to propiamente dicho, y sólo se llega allí en los ordinarios
bongos °barcazas, cuando la marea está alta. El poblado original se erigió cerca del fondeadero, pero por ser vulnerable a los
ataques de los piratas que en otros tiempos merodeaban por
estas costas, fue trasladado a su actual ubicación. La población de
El Realejo suma apenas mil almas, que hallan empleo en la carga
y descarga de navíos, a los que además abastecen de provisiones.
ENTRADA AL PUERTO DE EL REALEJO
Como puerto, El Realejo es uno de los mejores en toda la
costa del Pacífico de América. Cuenta con dos entradas, una a
cada lado de la elevada isla del Cardón, que lo guarece de las
marejadas del Pacífico. Dentro se halla una magnífica bahía, que
en ningún punto tiene menos de cuatro brazas de profundidad,
por lo que se dice que ahí "unos doscientos navíos de línea pueden fondear en todo tiempo con perfecta seguridad:' La vistadel pue r to y del interior del pa í s desde la isla del Cardón, con sus
elevados y característicos volcanes. es imponente y bella.
DESEMBARCO EN EL REALEJO
El señor Montealegre, nuestro estupendo anfitrión, había
fletado de ant emano un bot e para nosotros en un sitio llamado
"Puerto de Tempisque," sobre el Estero Real, que pene t r a a Nicaragua desde el Golfo de Fonseca.
Dejamos pues su hospitalaria
mor ada al amane c e r del 3 de abril de 1853 y pa r t imos rumbo al
"Puerto:' La distancia es de siete leguas; las pr ime r a s tres conducen por una región abierta y bien cultivada. y una vez remont ada s éstas, nos adentramos en una selva colosal, abundant e de
cedros, ceibas y caobas, entre los cuales el camino serpentea
con la sinuosidad de un laberinto. Esta selva e s t á guarecida por
el gran volcán El Viejo,72 y casi todo el año c a en ahí grandes
71 El Tempisque todavía existe sobre el Estero Real, aguas arriba de Morazán, que vino
a reemplazarlo como puerto.
72 Hoy conocido como San Cristóbal.
chubascos que son la causa de su exuberancia. Aquí nos adelant amos al patrón y a sus hombres, que avanzaban en fila india,
cada uno con su alforja al hombro, abastecida con queso, plátanos y tortillas pa r a el viaje, y sobre el otro hombro una mant a y
su inseparable machete acomodado en la cavidad del brazo izquierdo.
A una o dos millas de Tempisque el terreno se eleva ye l camino c ruz a una ancha cresta de lava que, siglos atrás, expelió el
volcán El Viejo. Está cubierta parcialmente por un suelo seco y
árido, donde medr an apenas unas cuant a s palmeras de coyol,
algunas penc a s de Agave americana y una variedad de otros
cactos, que logran prosperar donde ninguna ot r a pl ant a puede
crecer.
Desde la cima de esta cresta el viajero avista por primera vez
los extensos aluviones que bordean el Golfo de Fonseca. Están
cubiertos por una floresta ininterrumpida, y la mirada, cansada
por la inmensidad del panorama, r emont a un inmóvil
océano de verdor, copa t r a s
copa, legua tras legua, en sucesión aparentemente infinita.
Descendiendo la c r e s t a
por un escabroso sendero,
pronto arribamos al "Puerto
de Tempisque:' Aunque lo dignifican con el título de puerto,
no hay más que un único rancho, un mero cobertizo con techo de palma y abierto por tres
lados, donde moran un mestizo de muy mala catadura, una
viejuca y una muchacha india
con el tor so desnudo, que
se ocupa de acarrear agua
y moler maíz para las tortillas.
En la falda de una colina cercana hay un excelente ojo de
agua, donde topamos con un grupo de marineros que preparaban su desayuno. El terreno atrás del rancho es elevado y seco;
pero justo al frente comienzan los pant anos de manglares. Aquí
también, cavado en el limo, hay un estanque pequeño y poco
profundo, y un estrecho canal se extiende desde éste hacia las
profundidades del pantano, conectándolo con el Estero Real.
Era bajamar, y en el fondo fangoso del estanque y del canal, al
descubierto y putrescente bajo el sol, yacían varios bongos de
mala traza. En conjunto, era aquel un sitio que concitaba fiebres
y mosquitos; y nunc a sentimos mayor alegría que cuando nuest r a tripulación arribó, y la marea alta nos permitió embarcarnos
y z a rpa r del "Puerto de Tempisque:' A medida que la choza desaparecía entre los manglares, alzamos los sombreros y con un
adieu nos despedimos del suelo de Nicaragua, - ¡qui z á s pa r a
siempre!
lic.rene davila /031011
sábado, 1 de octubre de 2011
La reserva natural del volcán Cosigüina
La reserva natural del volcán Cosigüina:
El volcán Cosigüina se localiza en el municipio de El Viejo, departamento de Chinandega a 210 kilómetros de distancia de la ciudad de Managua.
Desde la orilla del cráter del volcán Cosigüina, se aprecia una perspectiva única del paisaje nicaragüense. A una altura de 859 metros, la cumbre del volcán ofrece al visitante un panorama excepcionalmente impresionante, que incorpora vistas de la zona occidental del país, el océanos Pacífico, el Golfo de Fonseca y aún más allá.
Desde este mirador natural, se observan los frondosos bosques, las aguas cristalinas, las extensas playas y los pequeños acantilados que lo rodean. A lo lejos, los alrededores parecen sosegados y estáticos.
La flora y fauna del volcán Cosigüina
Desde la última erupción en 1835, la vida silvestre ha reconquistado poco a poco el terreno de la zona. El tiempo ha formado dentro del volcán una laguna cratérica, aproximadamente a 160 metros sobre el nivel del mar, la cual refleja el cielo en sus 145 hectáreas.
La reserva natural Volcán Cosigüina, contiene un bosque seco tropical, en el que predominan los guanacastes, tololos, tempisques, laureles y genízaros.
Bajo la bóveda del bosque y por las zonas costeras, se alojan especies de mamíferos como el mono araña, el coyote, la iguana negra, el venado cola blanca y el pizote.
Otros habitantes muy visibles incluyen especies de aves como las chachalacas, loras, cotorras y chocoyos. La lapa roja constituye la especie más importante de la fauna del volcán y de la vertiente del Pacífico nicaragüense. Porque aquí esta especie en peligro de extinción tiene su último reducto.
También se encuentran aquí pequeñas comunidades de pescadores cuyo sostén proviene de la abundante y variada fauna marina que habita en las aguas de las reserva.
LIC:RENE DAVILA /29090011
El volcán Cosigüina se localiza en el municipio de El Viejo, departamento de Chinandega a 210 kilómetros de distancia de la ciudad de Managua.
Desde la orilla del cráter del volcán Cosigüina, se aprecia una perspectiva única del paisaje nicaragüense. A una altura de 859 metros, la cumbre del volcán ofrece al visitante un panorama excepcionalmente impresionante, que incorpora vistas de la zona occidental del país, el océanos Pacífico, el Golfo de Fonseca y aún más allá.
Desde este mirador natural, se observan los frondosos bosques, las aguas cristalinas, las extensas playas y los pequeños acantilados que lo rodean. A lo lejos, los alrededores parecen sosegados y estáticos.
La flora y fauna del volcán Cosigüina
Desde la última erupción en 1835, la vida silvestre ha reconquistado poco a poco el terreno de la zona. El tiempo ha formado dentro del volcán una laguna cratérica, aproximadamente a 160 metros sobre el nivel del mar, la cual refleja el cielo en sus 145 hectáreas.
La reserva natural Volcán Cosigüina, contiene un bosque seco tropical, en el que predominan los guanacastes, tololos, tempisques, laureles y genízaros.
Bajo la bóveda del bosque y por las zonas costeras, se alojan especies de mamíferos como el mono araña, el coyote, la iguana negra, el venado cola blanca y el pizote.
Otros habitantes muy visibles incluyen especies de aves como las chachalacas, loras, cotorras y chocoyos. La lapa roja constituye la especie más importante de la fauna del volcán y de la vertiente del Pacífico nicaragüense. Porque aquí esta especie en peligro de extinción tiene su último reducto.
También se encuentran aquí pequeñas comunidades de pescadores cuyo sostén proviene de la abundante y variada fauna marina que habita en las aguas de las reserva.
LIC:RENE DAVILA /29090011
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