lunes, 27 de febrero de 2012

LINDA EXPERIENCIA AL ESCALAR EL IMPONENTE SAN CRISTOBAL.



Atrás queda el bullicio de Chinandega, una ciudad que despierta muy temprano. Cerca de ella, erguido e imponente se observa el coloso volcán San Cristóbal, cuya pendiente te reta a escalarlo.
Su fumarola sirve de guía, pero también advierte de su furia interna. Desde cualquiera de las entradas a Chinandega se aprecia su majuestuosa presencia, resaltada por los colores vivos en sus laderas.
Cinco jóvenes asumen el reto de llegar hasta la cima. Es domingo, y con el frío de la madrugada, abordan una camioneta y se movilizan del centro del departamento de Chinandega hasta la comunidad “Las Rojas”, ubicada en la zona suroeste del cráter.
Sobre caminos pedregosos, arena y tierra inicia su travesía hacia el volcán. Durante el recorrido son constantes los saludos de habitantes de las comunidades, quienes alientan a los aventureros a seguir su camino.
“Imaginate en la punta”, repite uno de ellos cada vez que miran salir los gases del cráter de coloso de Occidente, pero el desafío todavía está lejos de alcanzarse.
La caminata
Una vez que se llega a la comunidad ‘Las Rojas’, comienza la caminata sobre terreno inclinado, senderos con pequeños árboles y otra vegetación marcan el camino.
Los minutos pasan, el sol también “avanza” en su trayecto, y con ello el calor aumenta considerablemente, pero ya logran apreciar el volcán Chonco y las plantaciones de eucalipto, teca y café que cubren el paisaje.
El sudor aparece sin previo aviso y el cansancio toca sus talones, pero el despliegue de belleza natural y la cima del San Cristóbal cada vez más cerca los hace seguir.
Están tan solo comenzando a subir las faldas del volcán, sin embargo, es un buen momento para descansar en lo que se conoce como “Mirador del coloso” y distinguir la ciudad de Chinandega, Chichigalpa, Puerto de Corinto y El Realejo.

El asombroso verde de los campos, el arco iris de los siembros agrícolas y el sentirse “más cerca de las nubes” se nota en los rostros enrojecidos del grupo que también retan al calor y al sol.
Un poco más adelante, se hace una parada en “El Destiladero”, donde los viajeros se reconfortan observando cómo las gotas de agua y los helechos de gran altura crean una especie de cueva con olor a tierra mojada y azufre. Esta es la última sombra que se disfruta.
Por momentos las piernas se sienten dormidas, y cada paso que dan es como dar uno hacia atrás. La sed ataca y sus bocas se sienten secas pero deben ahorrar agua.
Tres ambientes
Según avanza el ascenso, la vegetación seca y la falta de sombra señalan el inicio de la desolación, moviéndose lentamente sobre un terreno arenoso y de piedras finas. El camino se pierde, aunque las bolsas plásticas amarradas a los troncos de árboles caídos marcan el paso de los que ya estuvieron ahí y quizás llegaron a la cima.
Con suerte, encuentran una rama que les sirve de bastón. Pasan entre las “venas” de piedra y ceniza que marcan al San Cristóbal. El viento sopla fuerte y el fresco venido de la cima reconforta.
Como piezas de ajedrez sin ordenar decenas de árboles sin hojas, como un cementerio de ramas, decoran el terreno oscuro y deslizante que bordean el cráter.
“Se ven preciosos y es increíble como se mantienen sin caer al vacío. Chinandega se ve tan pequeña que ni sus calles se miran”, dice al detenerse para ver hacia atrás, Argenis Guevara, uno de los miembros de este grupo improvisado de exploradores.
Siguen subiendo hasta empezar a sentir vértigo, ya sea por la temperatura, el cansancio o lo inclinado del terreno. Una vez cerca del cráter, quizás por los gases expulsados bajan el ritmo de la caminata, aunque con un paño mojado toleran el olor a azufre y leve ardor en sus ojos.
Ya muy lejos de la última vegetación se pueden apreciar los volcanes Casita, Chonco, Moyotepe y La Pelona, siendo el San Cristóbal el más activo del grupo. También, se aprecia el volcán Cosigüina, el Golfo de Fonseca y las montañas de Honduras y El Salvador.
Una vista que les hace exhalar y olvidar que pasamos más de cinco horas caminando.
¡Misión cumplida!

FUENTE.E.DIARIO/ LIC:RENE DAVILA / 240212

viernes, 3 de febrero de 2012

FREDDY LOPEZ QUIROZ LA NECESIDAD Y POBREZA FORTALECIÓ SU VOCACIÓN DE PERIODISTA.

de 

Hijo de un matrimonio campesino, nació en la comarca de Río Chiquito, del municipio de El Viejo, Chinandega. En sus estudios de secundaria alguien le encontró "madera" para la locución, lo que se le convirtió en la primera puerta para incursionar en la radiodifusión en la que lleva ya casi medio siglo.
Estas características corresponden a Freddy López Quiroz, quien a sus 68 años de edad y con seis de estar jubilado mantiene activo el programa musical "Pentagrama Nacional" en una radioemisora capitalina.
Las primeras letras las aprendió con la cartilla "Mantilla". Tuvo como primera maestra a Martinita Guardado, pero la pobreza en que vivía con sus dos hermanos (Ramón y Rosa María) y su mamá Doña Angela Quiróz, lo obligaron a dejar los estudios y trabajar en el campo con su progenitora.
Su padre Don Miguel López, oriundo de Masaya fue abandonado por su mamá debido a que era "mujeriego". Esto ocurrió cuando Freddy tenía tres años de edad.
A los 9 años de edad Freddy comenzó a trabajar en el campo agropecuario llegando a especializarse en ganadería cuando tenía 11 años de edad. Su mamá era la cocinera de la hacienda donde él trabajaba. Fue enredador, ordeñador y campisto.
Cuando ajustó los 14 años de edad "sentía la necesidad de ir a la escuela". Llegó la escuela "El Paraisito" donde los cinco años de primaria los hizo en uno, debido a su rápido aprendizaje.
Una maestra le detectó alto coeficiente intelectual
Una profesora al ver lo adelantado que iba Freddy, le dijo que ya nada tenía que seguir haciendo en ese centro educativo del campo, que buscara la ciudad. A la edad de 16 años le escribió a su padre que vivía en Masaya, para que le ayudara para entrar a una escuela en la ciudad.
Para esa época su papá de 35 años de edad -que era administrador de una finca en los Altos de Masaya y propiedad de José María Peña- ya estaba casado con Mercedes Romero de 16 años de edad. Su madrasta todavía está viva y mucho lo quiere y casi tiene la misma edad de Freddy.
La primaria la terminó en la Escuela Luis Alberto Cabrales de Chinandega. En esa etapa fue el maestro de ceremonia de las actividades de su colegio, participaba en concursos de oratoria y de matemáticas.
Ganó el primer lugar como el mejor alumno del departamento de Chinandega. En una ocasión llegó a Managua para competir con otros estudiantes donde se escogió el mejor alumno de Nicaragua "pero allí me batearon", dijo Freddy.
Su primera puerta para la radio
Formó parte de la banda de guerra del centro donde ejecutó redoble y el clarín. Además fue palillón.
Una vez el director de la escuela donde estudiaba, el maestro José Lázaro Sánchez, de ideas unionistas lo mandó a llamar después de ganar un concurso de oratoria relacionado a la unión centroamericana para darle una buena noticia.
José Castillo Cáceres de Masaya tenía una emisora en Chinandega que se llamaba Radio Occidental que transmitió el concurso de oratoria en la que Freddy participó el 15 de Septiembre de 1963. El propietario de la estación radial se fijó en la oratoria de nuestro personaje y dijo que él tenía una voz y que quería probarlo para locutor.
Al día siguiente Freddy llega a la radio y le hacen la prueba que le gustó al propietario y le dio el trabajo como locutor, pero no duró mucho porque Castillo Cáceres quería que él adoptara su estilo entrecortado que no le gustó a nuestro personaje y "como me empiezo a enamorar de una corinteña con la que hice mi primera trastada".

La trastada lo obligó a salir huyendo de Chinandega porque temía que lo casaran. Llegó a Managua en 1965 donde probó suerte, ayudándole un tío suyo de nombre Alejandro Pavón quien lo conectó con un periodista que le decían "Cuajipal".
Hizo pruebas de locución en Radio Centauro y La Corporación. En esta segunda emisora lo entrevistó Julio Armas y lo envió a la Voz de la Victoria por donde pasaron "los grandes de la radiodifusión" como José Dibb McConell, Fabio Gadea Mantilla y todos los que estuvieron en la época de oro de Radio Mundial.
Después estuvo como "taponero" (locutor) en Radio Continental y en algunas ocasiones hizo el programa "Barriendo y cantando" que tuvo esa radioemisora propiedad de Mariano Valle. Leyó noticieros matutinos en los que no le pagaron pero logró que le dieran unos contratos de publicidad con los que se pagó, pero con el tiempo regresó a Chinandega en 1966 y regresó a Radio Occidental como locutor de comerciales.
Trabajó en un noticiero con Luis Hernández Bustamante propiedad del doctor Noel Pereira Majano -ex diputado liberal de la Asamblea Nacional fallecido el 13 de agosto del 2011- . El programa informativo se llamaba "Revista noticiosa del medio día" donde quiso retirarlo el dueño de la radio, pero debido al poder del doctor Pereira Majano que era accionista de la radio, Freddy se quedó en el programa.
El doctor Pereira Majano lo mandó a reportear mientras era conductor de la Dry Cleaning, "San José". Estando en ese trabajo llegó a buscarlo el propietario de la cadena radial "Triángulo Musical de Occidente" para preguntarle ¿Dicen que usted es locutor?.
La repuesta de Freddy fue positiva y lo visitó en la radioemisora porque su propietario quería escucharlo ante los micrófonos. Utilizando su sentido común logró detectar que tipo de música le gustaba a la esposa del propietario y cuando llegó a hacer programación y controlar transmisiones de ritmos musicales en las radios Tic Tac y Titanic.
Salto a León
Después se fue a León donde se conecta con la gente de la radiodifusión y reforzar el periodismo radial. Se pone en contacto con Juan Toruño, propietario de Radio Darío logra colocarse en la realización de un programa con música norteña.
En una prueba que le hicieron en el estudio, inventó un programa radial que lo denominó "El cerro Negro en acción". Desde ese momento lo contratan y le dicen que iba a ganar 800 córdobas mensuales, al tiempo que le informó que a varios periodistas les iba a presentar noticieros y así pasó 15 años en el periodismo empírico.

Como se trasladó a vivir a León estableció una excelente relación con periodistas y locutores de León con los que conoció una serie de cantinas que visitaban. Freddy no tomaba licor, pero los acompañaba y en una ocasión lo llevaron a un curso de refrescamiento de tres semanas para periodistas y locutores empíricos que ofreció la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
El curso fue de tres semanas, pero cuál fue su susto al final, lo llamaron para entregarles su diploma firmado por el Dr. Carlos Tünnermann, quien era el Rector de la UNAN-León. Allí conoció las primeras lecciones de la "pirámide invertida", por las que pasa todo estudiante de periodismo.
Su primer noticiero como periodista empírico lo sacó al aire en Chinandega en 1969 denominado "Cadena informativa", narró beisbol y fue miembro de una liga campesina.
¿Cuándo decide estudiar periodismo en la universidad?
Freddy decidió estudiar periodismo en la universidad cuando fue miembro de la Asociación de Periodistas de Chinandega de la cual fue Presidente donde los agremiados "establecimos que teníamos que profesionalizarnos".
Recuerda que el periodista Luis Arróliga dijo en una reunión de hombres de prensa que Freddy no podía estar en la asociación por ser empírico. Ese señalamiento lo transformó en un reto para irse a preparar en la universidad.
Después del triunfo de la Revolución Sandinista hizo el básico en la UNAN-León, para después dirigirse a Managua a iniciar la carrera de Periodismo en el Recinto Universitario "Rubén Darío". Le tocó vivir la transición que tuvo la Escuela de Periodismo de la UNAN- Managua, cuando la facultad fue trasladada a la Universidad Centroamericana (UCA).

Casi en forma paralela al iniciar los estudios de periodismo buscó el apoyo del Dr. Jesús "Chuno" Miguel Blandón cuando era director de Radio Sandino quien le dijo: "La Revolución no quiere empirismo, te doy el trabajo si vas a la universidad".
Se graduó de Licenciado en Periodismo en 1984, en la histórica promoción que sacó a 100 periodistas. Le tocó dar el discurso central en la ceremonia donde participó el Comandante Bayardo Arce, en representación de la entonces Dirección Nacional del FSLN.
Después del triunfo de la Revolución Sandinista trabajó en Radio Paz, Radio Sandino hasta 1983 donde fue corresponsal de guerra. Después pasó a la Voz de Nicaragua donde laboró 21 años.
En la Voz de Nicaragua fue reportero. Lo llevó a la radioemisora estatal Luis Cabrera, ahora embajador de Nicaragua en Cuba, estudió técnicas de periodismo en la extinta República Democrática Alemana (RDA).
Fue sindicalista en la estación radial del Estado y después de regresar de la RDA de hacer un curso de sindicalismo lo nombran en 1987 Director de la Onda Internacional de la emisora oficial del Estado.
Al desaparecer la Onda Internacional en 1990 lo nombran Director de Prensa de la radio estatal. Después asume la Dirección Artística de lo que se transformó en Radio Nicaragua. Estando en ese cargo cuando Hugo Hernández Oviedo quien dirigía la radio Mera Mera se jubila, el asume la dirección de la estación. Tenía a su cargo La Mera Mera, la 90.5 y la voz oficial.
Fue corresponsal de emisoras internacionales como Radio Progreso de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Radio Habana Cuba, la BBC de Londres como corresponsal ad-honoren y una estación radial de Houston, Texas.
Actualmente dirige el programa radial de música "Pentagrama Nacional" que se transmite por Radio La Picosa. Ese programa lo sacó al aire en Radio Nicaragua cuando fue Director de Prensa. El programa es sobre música popular y en algunas ocasiones con temas regionales.
FUENTE.edgar barberena. / LIC:RENE DAVILA /020212