«El Rey de las Mujeres de Chinandega», Manuel Antonio González, de 65 años, con el menor de sus hijos. El hombre asegura que no toma licor ni fuma, pero su vicio son las damas. |
«El Rey de las Mujeres» de Chinandega, de quien se rumoró que había muerto durante el huracán Mitch, que se le llevó la mitad de su casa y le dejó el sobrante al borde de un precipicio, sigue «vivito y coleando», extendiendo su prole por todo el departamento. Don Manuel Antonio González, de 65 años, conocido como «Toño Cuchilla» o «El Rey de las Mujeres», sigue habitando su casa en el barrio La Libertad, de Chinandega, rodeado de sus amores, tan fuerte como un toro de lidia o como el mejor gallo fino que no deja gallina sin picar. Este hombre es uno de los personajes famosos de Chinandega.
A sus 65 abriles, «El Rey» sigue «cuajando» y muy orgulloso se fotografió con uno de sus últimos retoños, salido de sus romances con sus numerosas compañeras de vida que le han dado 34 hijos conocidos, en tanto ignora cuántos han sido ocultados o llevados lejos por sus madres.
«El Rey» engendró su primer vástago a los doce años de edad, en tiempos que tomaba leche al pie de la vaca en una finca llamada El Pellizco, en Chichigalpa, donde nació y creció entre un harem de mujeres de todas las edades que lo amaron. Fue de una de esas damas que nació Toñito, quien ahora tiene 53 años de edad y se ve más viejo que su padre, según don Manuel.
El gran secreto de este hombre ha sido, según él, su dieta afrodisíaca compuesta por animales de tierra, mar y aire. Palomas, gavilanes y testículos de toro han sido parte de su menú durante su vida y ahora está investigando dónde le sirven el platillo de seso de mono, para ir a degustarlo y fortalecer su repertorio sexual.
Una de las últimas aventuras de «El Rey» fue un mes completo en Luna de Miel con una hermosa costeña. Para don Manuel, su mejor deleite es la actividad sexual, «no hay nada más exquisito, amigo, que estar entre los brazos de una mujer», dice campantemente este hombre, quien durante su vida ha despreciado el tabaco y el licor, porque su único vicio ha sido el sexo femenino.
Don Manuel ha hecho realidad aquella canción que dice que son mil mujeres las que han pasado por su vida, andanzas que corroboran sus amigos más cercanos, quienes cuentan sobre él historias fantásticas como aquella que dice que en una sola noche estuvo con diez mujeres, las que terminaron desmayadas por el placer.
Mito o realidad, «El Rey» a sus 65 años sigue tan vigoroso y su dieta ha sido reforzada por nuevos platillos, como comida cruda, que según él mismo, posee mayor cantidad de nutrientes y es capaz de levantar un muerto de su tumba.
A «El Rey» se le han acercado en secreto diputados, empresarios chinandeganos, alcaldes y hasta jovencitos que ya están «topados», los que buscan su secreto para la «eterna sexualidad». Sin embargo, don Toño los ha desilusionado, porque su fórmula no contiene mapachín ni macuá, sino una dieta nutritiva.
Para el famoso personaje, la pastilla Viagra es sólo un placebo que no produce la satisfacción que resulta de su receta culinaria. «No ande tomando pastillas, amigo, no se ensucie el estómago, aliméntese bien y me va a contar», aconseja. La nueva receta de «El Rey» ahora incluye un vaso de sangre de toro negro, de vez en cuando, chuparse los testículos de toro aún calientes y tragarse las yemas crudas de huevo de pato.
Los huevos de tortuga crudos, la sustancia de garrobo tierno, los huevos de iguana verde y la infaltable sopa de cabeza machacada de pescado más los cocteles de conchas, ceviches y camarones complementan la dieta de este hombre. LIC:RENE DAVILA.
A sus 65 abriles, «El Rey» sigue «cuajando» y muy orgulloso se fotografió con uno de sus últimos retoños, salido de sus romances con sus numerosas compañeras de vida que le han dado 34 hijos conocidos, en tanto ignora cuántos han sido ocultados o llevados lejos por sus madres.
«El Rey» engendró su primer vástago a los doce años de edad, en tiempos que tomaba leche al pie de la vaca en una finca llamada El Pellizco, en Chichigalpa, donde nació y creció entre un harem de mujeres de todas las edades que lo amaron. Fue de una de esas damas que nació Toñito, quien ahora tiene 53 años de edad y se ve más viejo que su padre, según don Manuel.
El gran secreto de este hombre ha sido, según él, su dieta afrodisíaca compuesta por animales de tierra, mar y aire. Palomas, gavilanes y testículos de toro han sido parte de su menú durante su vida y ahora está investigando dónde le sirven el platillo de seso de mono, para ir a degustarlo y fortalecer su repertorio sexual.
Una de las últimas aventuras de «El Rey» fue un mes completo en Luna de Miel con una hermosa costeña. Para don Manuel, su mejor deleite es la actividad sexual, «no hay nada más exquisito, amigo, que estar entre los brazos de una mujer», dice campantemente este hombre, quien durante su vida ha despreciado el tabaco y el licor, porque su único vicio ha sido el sexo femenino.
Don Manuel ha hecho realidad aquella canción que dice que son mil mujeres las que han pasado por su vida, andanzas que corroboran sus amigos más cercanos, quienes cuentan sobre él historias fantásticas como aquella que dice que en una sola noche estuvo con diez mujeres, las que terminaron desmayadas por el placer.
Mito o realidad, «El Rey» a sus 65 años sigue tan vigoroso y su dieta ha sido reforzada por nuevos platillos, como comida cruda, que según él mismo, posee mayor cantidad de nutrientes y es capaz de levantar un muerto de su tumba.
A «El Rey» se le han acercado en secreto diputados, empresarios chinandeganos, alcaldes y hasta jovencitos que ya están «topados», los que buscan su secreto para la «eterna sexualidad». Sin embargo, don Toño los ha desilusionado, porque su fórmula no contiene mapachín ni macuá, sino una dieta nutritiva.
Para el famoso personaje, la pastilla Viagra es sólo un placebo que no produce la satisfacción que resulta de su receta culinaria. «No ande tomando pastillas, amigo, no se ensucie el estómago, aliméntese bien y me va a contar», aconseja. La nueva receta de «El Rey» ahora incluye un vaso de sangre de toro negro, de vez en cuando, chuparse los testículos de toro aún calientes y tragarse las yemas crudas de huevo de pato.
Los huevos de tortuga crudos, la sustancia de garrobo tierno, los huevos de iguana verde y la infaltable sopa de cabeza machacada de pescado más los cocteles de conchas, ceviches y camarones complementan la dieta de este hombre. LIC:RENE DAVILA.
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